En julio de 1894, el teniente de infantería de marina Joaquín España pintó el siguiente cuadro de los nativos de la costa africana: “Son un coñazo, exigentes, vengativos, desconfiados y astutos, muy acostumbrados a la vagancia, la violación y el crimen. El más bello y cruel de los ladrones goza de gran renombre entre ellos. (…), hombres y mujeres sólo están unidos aquí por el instinto ciego e inmoderado de las pasiones, cuyas consecuencias son las únicas que soportan cuando, agotadas por el trabajo y a cargo de niños pequeños, son abandonadas por sus maridos, que sin escrúpulos toman una nueva esposa, esperando el mismo destino que el ex cónyuge”.

El autor de tan detallada descripción física y psicológica de los saharauis a finales del siglo XIX acabó aconsejando a quienes visitaran estos territorios que siguieran el ilustrativo adagio: Du Maure, ne te reliie pas 24 heures après sa mort. Suponemos que este procedimiento no era en absoluto exclusivo de los autores españoles de la época, sino el mecanismo discursivo seguido por todo el entorno colonialista. Estaba claro que la justificación del acto colonial, la ocupación del territorio del otro, tenía que pasar por su demonización y, sobre todo, por su deshumanización; esto se haría creando un Sonderweg, un camino especial, propio de esa nueva impronta que iba a marcar a los vecinos del otro lado, y que no era otra que el exotismo, su exotización, es decir, volver a hacerlos hasta que ya no se reconocieran. Con esta nueva imagen, y aunque no lo parezca, serán bienvenidos porque, como decía Kundera de un personaje de Rabelais, «Y he aquí lo curioso: este cobarde, este perezoso, este mentiroso, este presuntuoso, no sólo no provoca ninguna indignación sino que, cuando presume, es cuando más le queremos».

© 2018, Canaima Libreria

Esta misma imagen, que no es más que la conversión del otro en una especie de bufón despreciable para permitir que se le acepte de una determinada manera, puede verse incluso en textos muy tardíos y aun cuando sólo el autor parece querer ofender, porque se limita a «describir hechos». Es el caso de la exquisita descripción que hace González Álvarez de los caprichos y pasatiempos a los que se ha atribuido muy a menudo a Jatri Yumani, el representante saharaui ante los tribunales españoles durante los últimos años de la presencia española en el Sáhara Occidental: “Sus necesidades personales han sido siempre mínimas: comer y poder casarse una o dos veces al año (tiene cincuenta y cuatro años y cincuenta y seis esposas). El dinero que recibía de España le permitía satisfacer ambas aspiraciones, ya que la compra de una esposa no le costaba más de treinta mil pesetas, porque en el Sáhara todavía se compran mujeres, y en este campo le gustan las jóvenes, las adolescentes, las pieles casi negras y las pequeñas iniciadoras de carne. No habla español, siempre aplaude y da carta de naturaleza a una sonrisa particular”.

Aunque la última frase aún resuena y sus ecos se repiten en los cuatro rincones de la memoria, es inevitable no recordar el canon prescrito por Binyavanga Wainaina cuando nos aventuramos a escribir sobre África, pues no debemos olvidar que el Sáhara está en África. Por eso, una de las recomendaciones del escritor keniano es que, a la hora de elegir a nuestros personajes africanos, no olvidemos incluir a «políticos corruptos, guías de viaje y prostitutas ineptas y polígamas con las que te has acostado». El sirviente leal sigue comportándose como un niño de 7 años y necesita mano dura. Es obvio que cuando inferiorizamos a los demás, acaban siendo inferiores; cuando los deshumanizamos, acaban siendo tratados como «no humanos», es decir, sin consideración ni escrúpulos de ningún tipo: insultados y despreciados, humillados, ignorados y vejados, pero también apaleados, torturados y asesinados sin el menor rastro de remordimiento, ni la más leve voz alzada por tan horribles actos. La única voz que debe y puede oírse es la que sustenta y refuerza el papel de un discurso hegemónico cuyo fin último es apoderarse de la propiedad, la riqueza y los territorios del otro.

  • Título : Río de Oro
  • Autor : Haidar Larosi y Manuel De Paz Sanchez
  • Editor : Éditions Idea
  • Fecha de publicacion : Septiembre 2018
  • Numero de paginas : 156
  • ISBN : 978-84-17360-65-8
  • Precio : 14,95 €